Un repaso sobre las distintas maneras de distracción demostró que internet avanzó sin precedentes en el campo del placer durante la pandemia

Monólogo sobre el goce en pandemia

Entre tantos meses confinados y resguardados por tapabocas, máscaras, guantes, alcohol o gel antibacterial, reaprendimos los conceptos de drama o tragedia, y claro está, el concepto de lo que algunos llaman goce, agrado, o simplemente: placer. No cabe duda, el goce es algo bueno, que nos gusta a todos y está asociado con la felicidad. 

Ante la pandemia que ha cambiado la vida de todos ¿estamos gozando menos o simplemente lo estamos hacienda diferente?  ¿Qué estamos haciendo para gozar en esta “nueva normalidad”?

Detalle del balcón de un hotel del centro de Barcelona, cuando el Govern de la Generalitat acordó el cierre perimetral de Cataluña y, además, durante este periodo de tiempo los municipios permanecieron cerrados los fines de semana. A ést se sumó el cese de la actividad de teatros, cines y deportes no profesionales, así como de actividades extraescolares. EFE/Enric Fontcuberta

Cuando el goce tiene forma de pantalla

La empresa estadounidense de seguridad digital Netskope reportó a través de su informe en el mes de agosto del 2020, que durante el desarrollo de la pandemia ocasionada por el COVID-19, el uso de dispositivos personales aumentó en un 97%, y que las visitas a aplicaciones de alto riesgo se incrementaron en 161%. Este ascenso sustancial en los números de interconexión a nivel mundial ilustra las vías que los seres humanos (con internet) encontraron tanto para continuar sus actividades laborales, como para entretenerse.

El psicólogo estadounidense Abraham Maslow en su obra Una teoría sobre la motivación humana, puso la afiliación y el relacionamiento social en el centro de la jerarquía de las necesidades humanas. Ambos factores, fuertemente afectados por la pandemia y que generaron un ambiente de aislamiento social. Según la información manejada por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) se incrementaron la cantidad de padecimientos como angustia, ansiedad y depresión.

 En el primer año de la pandemia por COVID-19, la prevalencia mundial de la ansiedad y la depresión aumentó un 25%, según un informe científico publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Es por esto que la humanidad se vio en la necesidad de replantear sus formas de entretenimiento, esparcimiento y goce.

Una pantalla fría

Las plataformas de video llamadas han sido un eje fundamental a la hora de mantener la comunicación durante el confinamiento. De acuerdo a los datos del portal de estadísticas alemán Statista, el programa de video conferencias Zoom aumentó en un 4.070% la cantidad de usuarios activos con respecto al 2019, generando ingresos de 635.500 millones de dólares y un crecimiento del 355%. Con esto, se convirtió en la principal aplicación para establecer conexiones durante los tiempos de coronavirus.

Honoria, de 95 años, observa a través de una videollamada a su bisnieto, el 12 de julio de 2020, en su casa en Buenos Aires (Argentina). La cuarentena y el aislamiento obligatorio a causa de la covid-19 afecta a todos, pero el sector más vulnerable es el que integran los adultos mayores. Considerados como población de riesgo, deben convivir con las dificultades diarias de efectuar las compras y trámites, además de buscar la forma de seguir en contacto con sus seres queridos. EFE/ Juan Ignacio Roncoroni

A la lista se unen Google Hangout, con un incremento de 2.501% en el número de usuarios, Skype con 812% más de consumidores, WhatsApp con un aumento del 441% en su número de clientes y otras apps como FaceTime, Facebook Calls y Google Duo.

Este crecimiento de usuarios también se presentó en las aplicaciones de citas. Tomando en cuenta la data de Smartme Analytics, Tinder creció en un 94%, Badoo en un 52% y Grindr en un 24% durante el año 2020.Todo esto confirma que la pandemia ciertamente separó a la humanidad, pero no fue un impedimento para generar formas de socialización.

Sexo pandémico

Durante la Feria Internacional Electrónica de Consumo se presentó el Satisfyer (Satisfcator) un juguete sexual inteligente para mujeres. FILIP SINGER/EPA-EFE

El sexo y el distanciamiento no van de la mano, sin embargo, la pandemia ha fomentado la autosatisfacción y la exploración personal. Al comienzo de la crisis los especialistas recomendaron llevar a cabo prácticas sexuales seguras como la masturbación, el consumo de videos eróticos y el sexting. Con respecto a esto, Netskope indicó que las visitas al contenido adulto aumentaron en un 600% durante el confinamiento de los años 2020 y 2021.

En marzo, el portal de pornografía PornHub, liberó temporalmente su contenido premium para que los usuarios pudiesen satisfacer sus deseos gratuitamente con los mejores clips. Desde la primera semana del anuncio global de pandemia el portal percibió el alza masiva de usuarios, llegando el 24 de marzo a un clímax con un pico del 18,5%.

Siguiendo la línea de la exclusividad, como consecuencia de la pandemia, el sitio web de contenido explícito por suscripción, OnlyFans, aumentó en un 70% sus números y se posiciona actualmente con unos 150 millones de usuarios. De esta cifra, el caso más sonado fue el de la actriz estadounidense Bella Thorne, quien en solo 24 horas de haber ingresado en la plataforma obtuvo más de un millón de dólares. Actualmente el uso del servicio de suscripción de contenido londinense se ha convertido en una forma de negocio.

“Quería ayudar a eliminar los prejuicios sobre el trabajo sexual y lo he fastidiado, estoy muy arrepentida”.Bella Thorne

La artista estadounidense ha pedido disculpas a las trabajadoras sexuales tras ganar un millón de dólares en menos de 24 horas y colapsar el sistema de pagos de la plataforma de contenido para adultos al presuntamente engañar a sus fans. En la gráfica, Bella Thorne desfila por la alfombra roja del Festival de Venecia en 2019. EFE/EPA/ETTORE FERRARI

Así mismo, la práctica del sexting (o el intercambio de contenido erótico a distancia), se fomentó desde el momento en que el virus comenzó a expandirse. Esto ha traído como consecuencia que en múltiples países haya aumentado el número de casos de extorsiones con material sexual explícito.

Unidos por el ciberespacio

Un vendedor de franelas en Nueva Delhi muestra un ejemplar estampado con el logo de Tik Tok, la aplicación que más ha crecido en usuarios desde que comenzó la pandemia y que se encuentra envuelta en una ola de polémicas que pasa por su prohibición en Estados Unidos y la posible compra por parte de Microsoft (Nueva Delhi) EFE/EPA/RAJAT GUPTA

Ciertamente la humanidad ya estaba viviendo un proceso de hiperconectividad, caracterizado por el consumo excesivo de nuevas tecnologías y de información. El confinamiento lo ha acentuado por completo. En enero de 2020, según la data acumulada por We Are Social y Hootsuite, el número de usuarios de internet aumentó a 4.5 billones de personas. Y así como los casos de COVID-19, el consumo de redes sociales también aumentó notablemente, tomando en cuenta los 3.8 billones de usuarios de redes sociales a nivel mundial (año 2020).

Lo que la pandemia contrajo el ciberespacio lo atomiza. La expansión de las redes sociales -sobre todo TikTok- es el virus que marcha en paralelo al Covid-19. La tendencia de la red china se manifestó inicialmente con la promoción de bailes y encabeza la lista de descargas desde comienzos de la pandemia, convirtiéndose en otra fiebre de masas con casi 76 millones de descargas en marzo de 2020, y unos 44.6 millones de usuarios en agosto, influenciando el contenido de internet a través de videos cortos. 

Actualizando estas cifras, según el news room de TikTok más de «mil millones de personas recurrieron a TikTok en 2021 para entretenerse, encontrar y compartir alegría».

A pesar del posicionamiento asiático, las redes sociales con mayor número de usuarios siguen siendo Facebook, con 2.449 millones; YouTube, con 2.000 millones; WhatsApp, con 1.600 millones; Facebook Messenger, con 1.300 millones; Instagram, con 1.000 millones; y Tik Tok con 800 millones de usuarios activos en 2020.

El conocimiento libre

La gran escultura floral del artista norteamericano Jeff Koons, un cachorro conocido como «Puppy» que preside la entrada del Museo Guggenheim Bilbao, luce el cambio floral que habitualmente se le hace en otoño, una mascarilla de flores como gesto «de empatía» y ánimo a la ciudadanía para que se proteja durante la pandemia de Covid-19. EFE/LUIS TEJIDO

Los principales centros de conocimiento buscaron formas de adaptarse a la pandemia, y continúan contribuyendo con el saber de una forma más cercana y accesible. El primer ejemplo está representado en los cursos gratuitos que Microsoft y la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) ofrecieron.

También recintos culturales como el Museo Thyssen-Bornemisza, el Museo de Arte Moderno de Nueva York, el Museo Británico, el Museo Nacional de Bellas Artes de Argentina, el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, el Museo del Prado, entre muchos otros, decidieron abrir las puertas de la virtualidad y permitir a los visitantes disfrutar de sus obras online. Así fue como también surgieron plataformas como Google Arts & Culture, que reúne el patrimonio de más de 1.800 instituciones culturales de 80 países e incluye visitas virtuales en 360°.

«el ser humano es edonista por naturaleza» .Leonardo Padrón

A pesar de la buena intención, toda esta situación se convirtió en un escenario de pérdidas millonarias para el mercado del arte. El Museo Metropolitano de Nueva York estima que registró pérdidas de 150 millones de dólares y tardará al menos tres años en volver a cierta normalidad financiera. Asimismo, el Museo del Louvre de París, el más visitado del mundo, percibió una caída aproximada del 80% del público durante el 2020.

Algo similar ocurrió con el Metropolitan Ópera de Nueva York, que a pesar de haber cerrado sus puertas, se unió a las actividades que desde casa podían disfrutar los aficionados a la cultura del planeta. Recientemente se anunció la cancelación de toda la temporada 2020-2021, otro duro golpe para los artistas.

Dos mujeres cobijadas bajo un paraguas observan un teléfono móvil frente a la Torre Eiffel, en París (Francia). EFE/ Ian Langsdon

Broadway, la meca del teatro musical, ofreció un servicio para reproducir las piezas grabadas y reanudar de forma virtual las funciones vía streaming. El 01º de octubre se llevó a cabo el concierto Viva Broadway 2020, que contó con la participación de: Chita Rivera, Lin Manuel Miranda y Luis Miranda, Gloria Estefan, John Leguizamo, Antonio Banderas, Thalia, Ruben Blades, Jaime Camil, Angelica Vale y junto a ellos, grandes luminarias.

Además de esto, el teatro también buscó la manera de adaptarse a la coyuntura mundial. Lo hizo a través de algunas obras pre-grabadas en la web, o incursionando en el formato online con actuaciones completamente en vivo. Ceremonias virtuales de los Oscars, Tony, Grammys y otras tantas fueron la dinámica del 2020 y parte del 2021.

Una persona camina frente al teatro que presenta el icónico musical, Chicago, cerca de Times Square, en Nueva York. EFE/EPA/JUSTIN LANE

¿Y el placer de leer? La pandemia se convirtió en el escenario perfecto para reencontrarse con las bibliotecas domésticas, y en particular para revisar esa literatura que nos pone en contexto con la realidad que se repite de cuando en cuando en nuestra historia. Textos como El Decamerón de Giovanni Boccaccio, La peste de Albert Camus, el Ensayo sobre la ceguera de José Saramago, La máscara de la muerte roja de Edgar Allan Poe, La danza de la muerte de Stephen King, entre otras, figuraron entre las más releídas. Un dato interesante de todo esto es que según la distribuidora de contenido digital Libranda, durante este tiempo de pandemia , la venta de ebooks creció en un 50%.

Una funcionaria de la Biblioteca Nacional del Perú (BNP) empaca un libro en una bolsa para su distribución a domicilio en Lima. Préstamos a domicilio, lecturas por teléfono a adultos mayores, atención en línea a escolares y conferencias y clubes de lectura virtuales, son algunas de las innovaciones que ha implementado la BNP para afianzar su vínculo con los lectores en medio de la pandemia de la covid-19. EFE/ BNP

Reina el streaming

Una de las industrias que se ha visto beneficiada producto de la pandemia ha sido la del streaming, con un aumento de sus ingresos globales del 26% (2020) respecto de otras industrias como es el caso de la cadena de cines AMC Theatres que informó una pérdida neta de entre 2.400 millones de dólares. Por su parte, Netflix ganó 5.768 millones de dólares durante el primer trimestre de 2020, un 27% más que en 2019.

De la misma manera, Disney+ arrancó el 2020 con 26,5 millones de usuarios y actualmente suma un aproximado de 60,5 millones de suscriptores, incluso sin contar con Latinoamérica donde el servicio ya está disponible. Solo en Estados Unidos la plataforma aumentó en un 211% su número de suscriptores.

En 2021 el servicio de streaming de Walt Disney Company se incrementó en un 37% en comparación con el año anterior y llegó a 118,1 millones.

Según la empresa de inteligencia digital Sandvine, YouTube concentró el mayor tráfico de internet a nivel mundial.

Con respecto a la música, la firma de inversión Goldman Sachs estipuló que en el 2020 año los ingresos de la industria musical cayeron en 25% y pero los ingresos por streaming crecieron cerca del 18%. En este sentido, grandes artistas decidieron postergar sus lanzamientos y muchos otros lo hicieron ya en el año 2021. como fue el caso de Taylor Swift o Lady Gaga.

Un niño de Maryland se emociona mientras disfruta del concierto One World: Together At Home, el pasado 18 de abril en Massachusetts. EFE/EPA/MATT CAMPBELL

Lady Gaga es una artista que siempre será recordada cuando se hable de la pandemia, ya que fue una de la promotoras principales de la producción del concierto One World: Together at Home, el primer evento musical de envergadura con el que se rindió homenaje a los trabajadores de la salud que hacían frente al coronavirus. Este concierto contó con la participación de los Rolling Stones, Paul Mc Cartney, Jennifer López, Elton John, Steve Wonder, Andrea Bocelli, Celine Dion, entre otros. Además de esta iniciativa, se llevaron a cabo eventos musicales virtuales como iHeart Living Room Concert for America.

«la gente está en su casa, dentro de la pantalla, escuchando música de todo el planeta, y tiene más tiempo para escucharla». Cheo Pardo.

Como Lady Gaga, el reconocido intérprete italiano, Andrea Bocelli, sorprendió al mundo entero con un concierto virtual desde la Catedral de Milán. La voz del tenor fue transmitida por YouTube y el evento se tituló Music for Hope. Otra imagen imborrable, y dedicada a la celebración de la Pascua en mitad de la pandemia. 

El antes y después de los gamers

La consultora Newzoo estimó que en el 2020 los videojuegos sumaron unos 159.300 millones de dólares en ventas, un 9,3% más que en 2019. Otra cifra importante es que estiman que la a cantidad de gamers crecerá a 3.000 millones para el año 2023.

Un fenómeno viral ha sido el de el videojuego de InnerSloth, Among Us, que superó los 100 millones de descargas y ha percibido un crecimiento del 661% (2020). Among Us no es solo uno de los videojuegos más jugados de la actualidad, sino también uno de los más vistos en portales de streaming.

El entretenimiento se reinventó a través de esta ventana y nos dispuso a «gozar» de forma cuadrada (o rectangular según sea el caso), una acción imponderable entre el conjunto formas para vivir en libertad y a resguardo del virus.