El escritor y periodista mexicano promueve la creación de organizaciones ciudadanas mixtas que intervengan en las políticas tradicionales de la producción de bienes
Durante un evento virtual a principios de este diciembre, y en el marco de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara 2020, el escritor y periodista Juan Villoro, presentó su libro «Examen extraordinario», que recopila algunos de los cuentos de sus últimos 30 años de carrera.
«Una de las lecciones de la pandemia es que como individuos solos valemos muy poco. Espero que cuando regresemos hagamos las cosas mejor. Ojalá todo esto nos incentivara», expresó Villoro en entrevista con la periodista Carmen Aristegui. En el mismo marco señaló que la pandemia nos proporciona una nueva oportunidad para detener el «ecocidio que está acabando con nosotros (…) también con las polarizaciones absurdas que hay… cuando la lectura del virus es que solo podemos salir si estamos unidos. Ojalá haya algo totalmente distinto a lo que conocemos como normalidad pero insisto, el ser humano desperdicia oportunidades», mantuvo el laureado cronista.
En entrevista con Diálogos Post-Pandémicos, Villoro elevó nuevamente la importancia del trabajo a través de la cultura y la educación como refugio y conexión con lo espiritual durante el confinamiento:
Profesor Briceño: Usted sabe que en algún lugar hay algún personaje diciendo, qué bella esta ilusión, qué bella esta posibilidad de todo. Lo han acusado de un optimismo compulsivo.
Juan Villoro (JV): Es cierto, es muy fácil desacreditar lo que acabo de decir, por la sencilla razón de que no existe. Pero hay que pensar que la mayoría de las cosas que no existieron comenzaron como una ilusión. Comenzaron como una idea. Yo creo que las utopías nunca son alcanzables y creo que en cierta forma el pensamiento utópico hizo algún daño al tratar de proponer transformaciones tan radicales del mundo que dieron lugar a fórmulas aberrantes, la idea de un comunismo que iba a ser una aurora igualitaria de todos los hombres y que derivó en el socialismo realmente existente, dictaduras, etc… La utopía como tal es intangible y quizás innecesaria, pero la pulsión utópica, el impulso para llegar allí me parece fundamental. Entonces, creo que no debemos nosotros deponer la esperanza.
PB: México ha estado en el ojo de la mirada de muchos con respecto a lo que ha sido la forma de afrontar la pandemia. Algunos tratando quizás de hacer apología de la política del gobierno, asumieron que básicamente el presidente había reconocido que había tal cantidad de personas en trabajos informales que sería un absurdo aplicar una política de cuarentena real, contundente, a la francesa o a la italiana, porque simple y llanamente era imposible. Sin embargo no hubo otras medidas paliativas sino ver como se bandeaba. ¿Esa fue la situación en México?
JV: Yo creo que México, siendo un país donde hay 40 millones de pobres, es muy difícil pensar que la gente puede tener una reclusión en sus hogares, además hay que pensar que muchas personas viven en situación de hacinamiento. Hubo dos estrategias fundamentales en el mundo, la estrategia física encabezada por países como Italia, Francia y España, que tiene que ver con una reclusión de la gente en hogares de los que puede disfrutar. La otra estrategia fundamental fue la de países como Japón, Corea del Sur o Singapur, donde lo que se hizo fue tratar de hacerle pruebas a la mayor cantidad de gente posible y actuar en consecuencia. México no está capacitado para ninguna de las dos respuestas, entonces lo que se hizo fue un confinamiento voluntario, aquellos que pueden estar en casa, se aconseja que estén, entendiendo que no todo el mundo puede tener porque hay gente que sencillamente, si no sale a la calle no come. En el clima de violencia que padecemos en México, es muy arriesgado que la gente se quede sin medios de subsistencia.
PB: Usted ha hecho un comentario sobre la importancia de la presencia física desde uno de los temas que le apasiona, que es el fútbol. Usted ha dicho que aquellos equipos que tenían sus fans de cartón, incluso jugando en casa, perdían, que la importancia del contacto presencial es clave. Pero ha medida que estamos yendo a estos teletrabajos, que se ha vuelto cada vez más impersonal ¿Dónde van a quedar las relaciones humanas que hasta ahora eran parte esencial del ámbito laboral?
Tenemos que volver a la presencia humana, esto va a ser decisivo con la educación, no creo que se pueda sostener esto a largo plazo. Creo que algunas reuniones empresariales, ya se van a seguir haciendo en línea, hay muchas compañías que hacían gastos inmoderados para que un ejecutivo volara por ejemplo aquí en México, de la capital a Monterrey, regresando en la noche, solo para estar un par de horas discutiendo temas allá. Creo que la costumbre de mantener reuniones por video conferencia se podrá sostener en algunos trabajos, pero no podemos prescindir del contacto con los demás, y expresiones como el fútbol, por ejemplo es una de ellas. Argentina acuñó la expresión del jugador número 12, que es realmente una fórmula muy eficaz para definir cómo el público incide en el resultado. Entonces, esta participación, dinámica, activa del público es necesaria.
Escuche la entrevista completa aquí:
Con información de EFE.