Roma.- La biodiversidad del suelo puede ser una solución natural a muchos de los retos que afronta la Humanidad, desde la producción de alimentos hasta el almacenamiento del agua, pasando por la fijación del carbono o la obtención de medicinas, señaló la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
«Siempre ha sido un tema más académico y de investigación, no algo utilizado de forma práctica» pero «la biodiversidad del suelo puede ser la alternativa para solucionar muchos problemas actualmente» porque influye en la agricultura y la alimentación, la elaboración de medicamentos o la recuperación de ecosistemas, dijo a Efe Ronald Vargas, secretario general de la Alianza Mundial por el Suelo (AMS).
Por ello, el bienestar de las sociedades humanas depende en gran medida de la biodiversidad y los servicios a los ecosistemas que esta proporciona, señala el informe «Estado del conocimiento de la biodiversidad del suelo», publicado hoy con ocasión del Día Mundial del Suelo.
La biodiversidad del suelo al servicio de la alimentación
«Dependemos del suelo para producir los alimentos, y hoy más que nunca hay mucha presión para que produzcamos alimentos que tengan todos los nutrientes y sean inocuos (libres de contaminantes y patógenos), y ahí la biodiversidad del suelo juega un papel fundamental, porque nos ayuda en el control de plagas y enfermedades», contó el experto.
El informe recoge algunas de las actividades que han contribuido a la degradación y contaminación de los ecosistemas del suelo, entre ellas la labranza con maquinaria o los monocultivos.
«yo diría que hay una tendencia en la sociedad para comer bajo condiciones de productos sanos y hechos en condiciones adecuadas»
Esther Sánchez Botero, Atropólogo
Contra este deterioro, se promueve no solo el paso a cultivos rotatorios o evitar la labranza, sino un aprovechamiento de los propios organismos de los suelos para fertilizarlos, evitando la creación de fertilizante sintético cuya producción es, además, contaminante.
Beneficios para la salud
Para la experta en gastronomía y alimentación, la antropólogo colombiana Esther Sánchez Botero, existe una tendencia en la sociedad para comer bajo condiciones sanas y adecuadas. «Por lo tanto, diría que sí es necesario encontrar en la fuerza campesina la posibilidad de producir alimentos más orgánicos y de distribuirlos más masivamente entre nosotros a costos accesibles», concluye desde Bogotá.
En entrevista con Diálogos Post-Pandémicos, la ex asesora del Ministerio de Cultura, sostiene que la gente desea la cocina cotidiana.
María Isabel Párraga (MIP): Muchos de estos pequeños sitios donde se preparaba comida se han reinventado y están preparando comidas para llevar, al estilo delivery. ¿Usted cree que esto puede quedar como tendencia?
Esther Sánchez Botero (ESB): Yo pienso que vamos a encontrar algo de eso pero creo que también es una situación muy en época de pandemia, muy en modo pandemia, porque la gente tampoco resiste pedir varias veces a la semana un alimento por distintas razones, entonces van a tener que volver a hacer ajustes que espero y que percibo que sean los de volver a las comidas propias y técnicas como los congelados.
Desde la secretaría general de la AMS, añaden que «en nuestro cuerpo también tenemos microorganismos y es importante ver su relación con los que existen en el suelo a través de la ingesta de alimentos» ya que tienen una conexión directa, apunta Vargas.
La actividad de los suelos puede tener efectos, por ejemplo, en los antioxidantes de algunos alimentos, que estimulan después el sistema inmune y asisten a la regulación de hormonas.
«Colombia tiene la capacidad de producir esos alimentos para nuestro propio consumo»
Esther Sánchez Botero, antropóloga
MIP: Muchos hablan de retomar la cultura del retail, de retomar aquello del kilómetro 0. Muchos hablan de consumir lo que se produce cerca. ¿Esther Sánchez Botero cree que esta será la vía?
Nuestros países están seriamente examinando el tema del extractivismo y están encaminándose a ver un problema que veíamos hace muchos años, es que países pequeños cómo Japón que no tienen tierra, países pequeños que no tienen agua ni tierra para cultivar, y donde la producción de alimentos es fundamental. Entonces tenemos la esperanza de que quienes toman decisiones puedan mirar al campo como una oportunidad realmente valiosa. Colombia importa trigo de Canadá, de Estados Unidos, aguacates de Chile y Colombia tiene la capacidad de producir esos alimentos para nuestro propio consumo. Entonces hay que fortalecer esa política agraria para que tengamos comida cerca producida por nosotros.
La calidad del suelo garantiza también la diversidad de sus organismos, útiles para elaborar vacunas y medicinas. Es por esto que el informe de las FAO sobre el suelo resalta lo necesaria que es su biodiversidad en una época en la que las resistencias a los medicamentos son una de las amenazas más preocupantes de cara al futuro.
Unas resistencias que llegan al propio suelo a través de los antibióticos que se utilizan en la ganadería y agricultura, y que pueden afectar a los organismos que lo habitan.
En la lucha contra el cambio climático
Los ecosistemas producen cerca del 12 % de las emisiones mundiales de gases efecto invernadero, y entre ellos los suelos generan hasta un 38 % de ellas. Por ello, su aprovechamiento puede hacer de los organismos que lo habitan potenciales aliados o enemigos en la lucha contra el cambio climático.
Un aprovechamiento sostenible, sin embargo, permitiría aumentar el nivel de carbono de los suelos, lo que supondrá una mejora de su salud, un aumento del rendimiento de los cultivos o una mayor capacidad de infiltración del agua.
«Biorremediación» de ecosistemas
La restauración de ecosistemas es una tarea necesaria en la actualidad, insiste el experto de la Alianza Mundial por el Suelo, pero «no solo se trata de reforestar, hay que usar la biodiversidad del suelo porque nos puede ayudar mucho más».
Según el informe, un ejemplo de esto sería el de las bacterias y hongos del suelo, que pueden llegar a eliminar los hidrocarburos del petróleo presentes a causa de un vertido en hasta un 85 %.
Esto es lo que se denomina «biorremediación», a través de la cual dichos organismos pueden transformar sustancias tóxicas presentes en el suelo en formas benignas.
Según el informe, el aprovechamiento de los organismos de los suelos en todos estos ámbitos es todavía problemático cuando se pone en práctica fuera del laboratorio y, además, el acceso a estas técnicas agropecuarias modernas aún es demasiado costoso para la gran mayoría de agricultores.
Por esto, se insiste en la necesidad de una colaboración internacional que lleve estas técnicas a la gran escala. Más aún en el marco de la «Década de las Naciones Unidas para la Restauración de los Ecosistemas», que comenzará el próximo año.
MIP: ¿Y esto no podría generar un mirar hacia adentro y dejar de lado lo bueno que puede tener la globalización?
ESB: Depende de quien maneje esas decisiones y hasta donde la sociedad civil participa para empujar hacia cambios favorables. Podríamos pensar que Colombia produce muchos más alimento; o que Venezuela, Chile y otros países del mundo, por decir algo, produzcan más tecnología. Si las condiciones son diferentes y hay potencialidades valiosas en cada uno, pues hagamos intercambios sobre lo mejor que podamos ofrecer para nosotros mismos y para otros.
Con información de EFE